Época: A principios del siglo XX
Cerámica de manufactura Cantagalli con dimensiones de 125 x 67 cm que representa una dulcísima Madonna adorando al Niño Jesús y al Espíritu Santo. Al inicio del siglo XIX, Ulisse Cantagalli comenzó una producción artística de cerámica, sumándola a su horno ubicado a lo largo de la vía senese en Florencia, que producía material de construcción en bruto. Ulisse, nacido en Florencia el 18 de junio de 1839, hijo de Giuseppe y Flavia Franceschi, dirigió la empresa desde 1872 y en el año 1878 contrató a un pintor desempleado, formando a un hábil decorador de mayólicas. En 1885, la empresa ya era una apreciada manufactura de mayólicas de arte, y el ex pintor, ahora director de obra, tenía a sus órdenes, además de sus dos hijos, a una treintena entre pintores y decoradores (Corona). Ulisse murió el 29 de marzo de 1901 en El Cairo, donde había ido por motivos de salud. En la exposición industrial de Milán de 1881, la Manifattura Figli [Ulisse e Romeo] di Giuseppe Cantagalli de Florencia, revelándose entre las mayores para la fabricación de mayólicas de ornamento, fue premiada con medalla de oro "por el mérito de las múltiples reproducciones de buen estilo, así como por el importante intento de resolver el problema de producir objetos con carácter artístico a precios tan moderados que los hagan accesibles a la generalidad de los compradores". Obtuvo otras condecoraciones posteriormente en las exposiciones de Amberes, París y Londres. La orientación productiva, basada en la imitación de los estilos antiguos (persa, hispano-morisco, renacentista italiano y cabezas robbianas) y en los precios módicos que facilitaban la venta y difundían el gusto por la mayólica, procuró a la empresa un gran éxito, la conquista del mercado italiano y la posibilidad de darse a conocer en muchas partes de Europa, América y Oriente. Para obtener un buen nivel estilístico y cualitativo, Ulisse había estudiado personalmente los ejemplares de los siglos XV y XVI, incluso con viajes al extranjero. También había estudiado los antiguos métodos de preparación de las tierras, de los revestimientos, de los colores y de la cocción, y había adiestrado pacientemente a los obreros: modeladores y pintores habían sido enviados a estudiar las obras conservadas en los museos de Arezzo, de Pesaro, de Loreto y de otras ciudades, además de Florencia. Además, había mantenido contactos constantes con estudiosos extranjeros, como los ingleses C.D.E. Fortnum y H. Wallis, y los alemanes J. Lessing y W. von Bode. Los cuadros y objetos de arte aquí publicados son de mi exclusiva propiedad y, en consecuencia, están siempre disponibles para ser vistos en persona, previa cita, en mis sedes de exposición situadas en Sanremo y Brescia. La obra, como cada uno de nuestros objetos, se vende acompañada de un certificado fotográfico FIMA de autenticidad y lícita procedencia; este documento identifica el objeto aportando un valor añadido al artículo. Nos ocupamos y organizamos personalmente el embalaje y el envío de las obras de arte con seguro en todo el mundo. Dr. Riccardo Moneghini Historiador del Arte