Época: Siglo XVIII

  VENDIDO Cuadro al óleo sobre lienzo de 60 x 80 cm sin marco y de 72 x 92 cm con marco que representa una adoración de los Reyes Magos del pintor Giandomenico Cignaroli (Verona 1722 – 1793). El cuadro en cuestión se encuentra entre aquellas representaciones que aseguraron la notoriedad italiana y también europea a Cignaroli. Para las cortes del norte de Italia como Milán, Crema, Brescia y Mantua y extranjeras como Dresde, Viena, el pintor realizó numerosos estudios de personajes y de putti característicos que entusiasmaban al público tanto por su sentimentalismo como por la habilidad pictórica. Gracias al delicado colorido y a las dotes sensibles de observación, el pintor describe en estos retratos las pasiones humanas.  La composición es muy versátil e inteligentemente calibrada en los colores, sobre todo en esos continuos contrastes entre las partes muy claras y las un poco más oscuras, donde se evidencia la extraordinaria versatilidad del artista tanto gracias a una educación clásica debida al estudio de los grandes maestros a través de la copia de modelos en yeso y de estampas, como gracias a una pasión desenfrenada por la música que hacía todo en cambio más rápido, más colorido y más etéreo. El sujeto de la tela es una adoración de los Reyes Magos representada de modo amable, sencillo y libre con los magi dedicados a Jesús niño con aire soñador, siendo protegidos y caracterizados por su espíritu divino, dispersando su propia mente en un mundo casi arcádico y de todos modos muy lejano a la realidad donde percibimos inmediatamente la desbordante personalidad de Cignaroli visto el fuerte impacto colorístico en la tela a través de una preferencia neta por el diseño donde emergen tanto la riqueza de los detalles como una disposición muy metódica y racional de cada personaje u objeto; esta tela nos muestra cómo el pintor ha hecho suyo el luminismo típico de aquellos grandes artistas venecianos que tuvo modo de conocer en Italia en Venecia en los años 50/60 del siglo XVIII.   Esta composición, pintada probablemente en los años 80/90 del siglo XVIII habiendo sido realizada en la época madura de la carrera artística del pintor, es decir, en el momento en que Giandomenico tuvo modo de dosificar cuidadosamente todo lo que de bueno conoció en sus varios Grand Tour en las cortes más importantes de Europa, es de calidad finísima. Los cuadros y los objetos de arte aquí publicados son de mi exclusiva propiedad y, por consiguiente, siempre están disponibles para ser vistos en persona, previa cita, en mis sedes expositivas situadas en Sanremo y Brescia. La obra, como cada objeto nuestro, se vende acompañada de un certificado fotográfico FIMA de autenticidad y lícita procedencia; este documento identifica el objeto aportando un valor añadido al artículo. Nos ocupamos y organizamos personalmente el embalaje y el envío de las obras de arte con seguro en todo el mundo. Dr. Riccardo Moneghini Historiador del Arte