VENDIDO Pintura al óleo sobre lienzo de 119 x 130 cm sin marco y de 130 x 160 cm con marco, que representa una escena al aire libre con un perro y jugadores de cartas del pintor Giacomo Francesco Cipper, conocido como el Todeschini (Feldkirch 1664 - Milán 1736). La obra de Cipper, por lo que se sabe hasta ahora, consiste exclusivamente en escenas de género, en su mayoría con fondos de gran formato, a menudo con personajes de tamaño natural hasta la cintura o hasta las rodillas; el ambiente y el fondo se descuidan por elección, y las relaciones espaciales entre las personas y los objetos no están claras. La exagerada caracterización de las figuras es una característica típica de nuestro pintor, que ama las representaciones triviales y populares involucradas en diversas ocupaciones como comer y beber (solos, en parejas o en grupos de varias personas), pero también con otros elementos temáticos como músicos, a menudo flautistas, jugadores de cartas o de morra. Las figuras, que se presentan al observador como en un escenario con sus ropas miserables y remendadas, no quieren provocar la compasión por su desolada condición, sino que quieren divertir. Este lienzo, muy probablemente pintado en su período maduro pocos años después de su llegada a Italia, por lo tanto, probablemente entre los años 15/25 del siglo XVIII, tiene un color más vivo y variado, una plasticidad atenuada y un diseño preciso, casi seco, que se justifica probablemente con la influencia sufrida por Bellotto. Las composiciones se vuelven más ricas y complicadas, grupos en su mayoría de cuerpo entero se colocan en un espacio bastante extenso que, sin embargo, es como una escenografía indeterminada, ni interior ni paisaje, lo que permite al pintor evitar la representación en perspectiva. El estilo más pulido y efectista es un signo de la influencia de Antonio Amorosi. Esta representación, como otras de sus obras, no es inmune a una buena dosis de ironía. Cipper, en su trayectoria creativa, renueva la tradición del siglo XVII de los Bamboccianti y reinterpreta en clave personal los ejemplos de Monsù Bernardo y del Magnasco con la ambición, muy lograda, de trasladar sus ideas con espíritu 'monumental', dedicándose a una definición realista de los objetos de uso cotidiano, de los alimentos y de los enseres. En este lienzo, los sujetos pertenecen a la clase popular. La pintura encierra facetas que Cipper demuestra saber conducir con habilidad y espíritu de observación, en simbiosis con una materia vibrante y pinceladas rápidas, alcanzando un nivel cualitativo excelente. La compleja escena en primer plano, así como la espléndida representación del perro con esas orejas tan grandes y casi plastificadas, quizás la verdadera firma del pintor en este cuadro, sorprende por la atención de las relaciones cromáticas y luminosas entre los diversos elementos y por la precisa exactitud anatómica de los detalles. Entre los principales ejemplos, que tienen el mismo estilo de nuestra pintura, cabe recordar El afilador y la gitana adivina del Joanneum de Graz; el Concierto gitano, con muchas figuras, de la colección Peloso en Novi Ligure (firmado "Jacob Frances Zipper pinxit"), donde el director de orquesta presenta una actitud que aparece a menudo en los cuadros de Cipper; la Escena de género del Ermitage de Leningrado, en la que la mujer que destripa el pescado y la espléndida naturaleza muerta de mariscos recuerdan el cuadro del Museo de Auxerre y los dos colgantes con Jugadores de cartas y Jugadores de morra, de una colección privada de Budapest. Las pinturas y los objetos de arte aquí publicados son de mi exclusiva propiedad y, en consecuencia, siempre están disponibles para ser vistos en persona, previa cita, en mis sedes de exposición situadas en Sanremo y Brescia. La obra, como cada uno de nuestros objetos, se vende acompañada de un certificado fotográfico FIMA de autenticidad y lícita procedencia; este documento identifica el objeto aportando un valor añadido al artículo. Nos ocupamos y organizamos personalmente el embalaje y el envío de las obras de arte con seguro a todo el mundo. Dr. Riccardo Moneghini Historiador del Arte